Huevo y Eruca Sativa || Fiesta Clandestina || Groove || 24.02.18
No, no hubo fruta en esta fecha de la Fiesta Clandestina en Palermo. No fue al voleo, ni una juntada de dos bandas que coinciden agenda. La noche de Huevo y Eruca Sativa fue una fecha que brindó un Groove fantástico, y por sobre todo profesional.
No neguemos la capacidad artística de estas dos bandas, una ya consagrada y la otra, batallando en los difíciles mares del under. Fue una fecha para trasnochadores y enérgicos, muy difíciles para aquellos que no son asiduos de ver el amanecer luego de una noche agitada.
Huevo, ese cuarteto ávido de mostrar que la música no tiene etiquetas. No se molesten en buscar que es lo que tocan: rock por herencia familiar, elementos jazzeros y el funk predominante, hacen una banda con muchos estadíos. Diecisiete canciones fueron parte del repertorio de entrada para la noche palermitana. No se guardaron casi nada de sus dos discos de vida.
No podes evitar bailar ante temas instrumentales como La nave Matilda y Aeroscopía, cantar a rabiar en Yo le vi o Carmen de Pantalones y poguear en Un dia en Serrano o Nos espera. Mientras tanto, podemos disfrutar de emociones de alto vuelo con los solos de Sebastian Lans en guitarra o Tomas Sainz en batería, sino en la faceta rapera de Julian Baglietto en Pasan.
Los Huevo dejan un Groove encendido al mango y agradecidos ante la explosión, se retiran para darle lugar a la banda que cierra la noche, Eruca Sativa.
Pasadas las 3.30 de la mañana, aparece uno de los mejores power trios de Argentina para seguir dando rienda suelta a su ultimo disco Barro y Fauna.
Comenzando con un terremoto, Abrepuertas y Confundiste, fueron los elegidos en el comienzo de la set list de la banda cordobesa, estas canciones denotan el trabajo de un disco que les valió la nominación a los Grammys, un reconocimiento abrumador del publico rockero argentino y la llegada masiva a giras internacionales.
Su publico, fiel como pocos, acompaño en cada tema, demostrando no solo su fanatismo con las canciones sino amor ante la identificación de sus intérpretes con su público.
Clásicos como la furiosa Queloquepasa, El genio de la nada, Para que sigamos siendo y Eleanor Rigby, el cover de The Beatles que hicieron suya, sonaron a lo largo de una lista que dejó satisfechos a todos los presentes.
Solo Fuera o mas allá intercedió durante la seguidilla de las canciones de Armas Gemelas, la última placa. La espacial Haku Malvin, la desgarradora Justo al Partir. Japon, Tarará e Inercia, definitivamente no nos dejo ningún respiro ni piernas.
“Luego de este recital nos vamos todos a desayunar”, dice Lula, haciendo alusión a las altas horas del recital.
Pero los Eruca tenían lo mejor para el final. El Balcón, el que para este noble espectador es el mejor tema del grupo, fue el preludio para que luego Gabriel Pedernera invite al mejor baterista de la Argentina, segun su visión, Tomas Sainz, encargado de los parches de Huevo. Timming, gracia y poder el que demostraron estas dos bestias de los palillos y el publico devolvió la admiración con un aplauso estruendoso.
“Esto ya es una ensalada. Eruca Sativa es una especie de rúcula y Huevo es huevo (sic)» dice Lula para invitar a todos al escenario y despacharse con “Cable” y “Magoo”, uno de cada banda. A dos baterías, dos guitarras, dos bajos y Julián.
Es sorprendente la sincronización y la destreza técnica de ambas bandas para acoplarse en los temas ajenos, sabemos que durante la semana se juntaron, tal como lo muestran las redes.
El cierre estuvo a cargo del hit de Barro y Fauna, Nada Salvaje, para que nos vayamos, tal como lo menciono Lula, a desayunar y ver el amanecer. Estamos molidos a palos pero sabiendo que el rock se sigue renovando y darnos pautas de que no va a morir.