La irreverente indie queen española Christina Rosenvinge regresa a Buenos Aires.
Hija de inmigrantes daneses nace en Madrid en el año de 1964. Fabricada para hacer música, comienza sus pasos en los escenarios a muy temprana edad con la banda Ella y los Neumáticos, de corte pop moderno, experimenta con lo que es y quiere ser musicalmente. Se podría decir que su éxito tardó un poco en llegar, pero al hacerlo sería a lo grande con el dueto Álex & Christina con Álex de La Nuez y la banda Magia Blanca (también con Álex) creando un par de discos pop-ochentero-comercial; años después Rosenvinge admitió avergonzarse de esta época de su carrera, principalmente por la pésima producción de los álbumes, pero incluso ahí, estaba Christina.
Renace en los noventas influenciada por un sonido más intimo y erótico con Christina y Los Subterráneos, banda que alcanzó gran éxito comercial en España y en Latinoamérica. Dos discos después, y con necesidad de encontrar a la verdadera Rosenvinge, aparece más rockera y agresiva, que representara realmente su personalidad.
En el año 94 conoce en Nueva York a Lee Ranaldo, guitarrista de la legendaria Sonic Youth, amistad que le daría nueva forma al sonido de Rosenvinge. Influencia obsesiva, creativa e intimista, edita con ayuda de Ranaldo “Cerrado (1997)” disco de despedida de la vieja Christina y su experimento pop español.
Mudada a Nueva York y al circuito musical indie de la época ve nacer tres placas en una etapa libre, donde la cantautora hace y deshace su arte como mejor le plazca, Frozen Pool (2001), Foreign Land (2002) -íntegramente grabados en inglés- y Continental 62 (2006) con par de canciones en su lengua natal, con la colaboración de sus amigos de Sonic Youth. Durante este período Christina se convierte en una letrista de primera, canciones maduras y arreglos de rock/pop underground la muestran como referente femenina del género en toda Latinoamérica.
En el 2007 escribe y compone un mini EP junto al asturiano Nacho Vegas, siete temas desgarradores que fusionan el estilo de ambos, “Verano Fatal” (2007) la coloca como la referente del indie en toda España, donde lanza sus mejores discos hasta la fecha “Tu labio Superior” (2008) “La Joven Dolores” (2011) bajo el sello Søster, creado por ella misma para poder tener la libertad creativa de sus trabajos y “Lo Nuestro” (2015) disco que juega con sonidos electrónicos y experimentales.
No existe artista de habla hispana que se haya reinventado tanto como Rosenvinge, nunca conforme y siempre dispuesta a jugar con su sonido y de lo que habla cuando se tiene que hablar. La cantautora siempre ha sido grande, hoy suena más madura que nunca y llega a la Argentina con un formato íntimo en un escenario perfecto para su sonido indie-folk. El recinto palermitano de Studio Crobar la recibe el próximo 27 de octubre a las 21:00 en una noche que promete dar un recorrido salvaje por su carrera, gran recomendación es acercarse y deleitarse.