Personal Fest – Día 1
Era una noche especial en la ciudad de Buenos Aires, ya que Andrés Calamaro volvía a los escenarios porteños, esta vez en el marco del Personal Fest, un festival que presentó una organización impecable, la cual ofreció comodidad, actividades, entretenimiento y , por sobre todas las cosas, shows de un excelente nivel acompañados de un gran sonido.
Luego de una tarde soleada que tuvo a Magic Numbers, Octafonic, Coleman, entre otros, como atracciones, Jamie Cullum salió a ganarse el público de entrada a partir de su carisma, empatía y bellas canciones, las cuales nacen del jazz pero transitan el pop en diversas oportunidades. La gente acompañó, bailó y ofreció una cálida despedida a este músico proveniente de Reino Unido.
Furioso es la palabra que definió el momento de Richard Ashcroft, un soberbio frontman que mostró su historia en la hora y pico de show, y que nos llevó a pasear por diversos estilos, entre ellos vivimos varios baldazos de brit pop, los cuales nos hicieron noventear en diversos momentos. Para el final, “Bitter sweet symphony” nos emocionó como cada vez que lo escuchamos.
Se hicieron las 22 horas, y Andrés Calamaro salió a escena acompañado de una banda soberbia, “Alta suciedad” y “El día de la mujer mundial” fueron los dos primeros. El concepto de reversión transitó todo el show, Andrés no respetó ninguna versión original, y eso derivó en un valor agregado en un concierto que nos hizo vibrar a lo largo de dos horas.
La reunión de “Los Abuelos de la nada” le dio otro condimento más, sonaron “Marinero bengalí” y “Costumbres argentinas”, a la noche de Palermo, la cual Andrelo tildó de traicionera por el viento que soplaba, y que a pesar de su objetivo no puedo empañar en ningún momento el regreso del “Salmón” a nuestro suelo.
“A los ojos” nos hizo rockear, “Los chicos” nos hizo emocionar y “Carnaval de Brasil”, cantar al cielo con toda la fuerza. A partir de la segunda canción de la lista de 22 nos entregamos al encanto de Calamaro y su selección, bajo el lema: “Tocá la que vos quieras”.
“Flaca” fue el falso final, “Estadio Azteca” y “Paloma”, los últimos de un show que nos dio la pauta que las canciones están más vivas que nunca, y que en diciembre esperaremos el show acústico con muchas ansias. Andrés Calamaro es uno de la galería de los grandes, y lo tenemos en plena actividad, después no nos debemos arrepentir sino lo disfrutamos como se lo merece.
