El viernes por la noche, Gabino Silva transformó el escenario de Makena en un espacio de conexión real. Con la excusa de presentar su nuevo EP, «Quizás», el cantautor protagonizó una velada cargada de emotividad, humor y complicidad con un público que, desde temprano, colmó el lugar para acompañarlo.
La propuesta fue clara desde el inicio: una noche donde la música no es sólo sonido, sino también relato, juego y encuentro. Con una banda ajustada y una puesta que combinó canciones, improvisación y guiños teatrales, Gabino recorrió su nuevo material sin dejar de lado esos temas que ya son infaltables para quienes lo siguen desde hace tiempo. En cada pausa, una anécdota; en cada risa compartida, la confirmación de que la cercanía es parte del alma de su proyecto.
Lejos de la solemnidad que a veces rodea las presentaciones de discos, lo que ocurrió en Makena tuvo el espíritu de una fiesta entre amigxs. La «ChicheFest» -como la comunidad que lo sigue la bautizó- se reafirmó como una experiencia que no necesita de grandes escenarios ni producciones monumentales para dejar huella. Lo de Gabino tiene que ver con otra cosa: con decir verdades simples, con tocar fibras cotidianas, con hacer del escenario un lugar seguro, propio y compartido.
A lo largo de la noche, cada canción fue recibida con entusiasmo y coreada con devoción. El show cerró con una ovación sentida, de esas que hablan de algo más que un buen momento: hablan de pertenencia.
«Quizás» ya está disponible en plataformas, pero lo que se vivió el viernes en Makena fue irrepetible. Una postal más del camino que Gabino Silva viene construyendo, canción a canción, abrazo a abrazo.
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