Edición número 24 del festival más importante y más local que tiene Argentina. Emplazado en el centro de nuestro país, público desde el norte, sur, este y oeste se acerca a ver a muchísimos artistas que esperan por mucho tiempo y, para descubrir otros y otras que seguramente irán ganando espacio en la grilla y en alguno de los seis escenarios que hubo en esta edición. Cosquín Rock también fue parte de la catarata de polémicas en las que estuvo envuelto nuestro presidente en los últimos días. Afortunadamente, fueron dos días únicos y los cotorreos quedaron atrás para dar paso a la música.
El primer día tuvo una amplitud estilística, como es común en el festival, y los platos fuertes de la noche convocaron muchísimo público. El sol y el buen clima permitió mayor disfrute, entre los más destacados podemos encontrar el concierto de Pericos y Amigos, que fue el primero que levantó al público. A partir de allí, la gente se soltó y pasaron entre otros: Lali, Divididos, Los Auténticos Decadentes, Dillom y La Vela Puerca.
Entre las propuestas que tocaron a plena luz del día, pudimos cruzarnos con Nafta, Sueño de Pescado, Wayra Iglesias, entre otras. Propuestas muy disímiles pero con muchísimo potencial y realidad para seguir creyendo y desarrollando. A eso de las 3 am, tuvimos que ir a descansar para prepararnos para lo que venía el día posterior: lluvia, sol y muchísimo rock.
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