Días antes de una de las noches más importantes de la carrera musical de Dominó, tuvimos la oportunidad de charlar con Jerónimo Romero, voz y guitarra de la banda. Pudimos repasar un poco la historia, el desarrollo de la propuesta, y todo lo que se viene con el segundo disco de la banda, que verá la luz durante este año.
Llevan 4 años de historia con la banda, y están prontos a terminar la segunda placa. ¿Son una banda que labura constantemente la composición o se dan espacios para enfocarse en las distintas etapas del proyecto?
Creo que la composición es constante, podemos estar en la grabación de un disco y de pronto tener la necesidad de probar un tema nuevo como para renovar energías. De todos modos nos gusta dividir en etapas, ayuda también a enfocarse, si hay que grabar, nos dedicaremos a tocar y tocar para hacerlo lo mejor posible, pero siempre nos podemos dar un permiso compositivo. Tenemos estructuras, no atarnos a ellas es una de las cosas en las que más hacemos hincapié.
Estoy casi seguro que uno de los objetivos más importantes de una banda es estar siempre en movimiento en cuanto a las ideas y canciones, cuando estábamos terminando nuestra primer placa ya habíamos decidido la idea general del disco que estamos por sacar ahora, si bien todavía no sabíamos ni por donde iba a ir la música.
«Dominó» apunta a acompañar a armar un proyecto integral entre lo visual y lo musical. ¿Cuáles son las principales complejidades que encuentran ante esto? ¿Entienden que en la escena se descuidan un poco estos detalles?
Lo primero que hay que remarcar es que esta todo en relación con el significado, lo que la música quiera contar. Hay tipos de shows en los que estamos despojados de todo, y con una lamparita podemos contar algo. Y hay tipos de shows que requieren algo mucho más grande en lo técnico.
Las principales trabas que encontramos a la hora de querer generar un show visual son las cuestiones económicas y temporales, al ser una banda under no todos nuestros shows nos permiten desarrollar cosas grandes, hay tipos de shows, como una presentación de disco o un cierre de año que siempre le ponemos todo para que lo que nos imaginamos desde la imagen suceda. Algunos lugares de la escena acompañan estas travesías que la banda intenta afrontar y otras simplemente te dan lo que hay, y con eso hay que hacer lo mejor que se pueda. Tenemos gente muy talentosa como iluminadores o gente de visuales y siempre están dispuestos a trabajar con la mejor onda para enfrentar y sacar adelante cualquier situación.
¿Cómo se preparan para la oportunidad de abrir el show de Coti en Vorterix? ¿Se trabaja mucho en el set a elegir o tratar de mostrar o que viene girando, que es lo que la banda tiene más internalizado?
Primero que nada, ensayos diarios, son situaciones que no podemos desaprovechar, y no es algo que nos cueste, ya con la banda venimos ensayando todos los días, pero en estas circunstancias la mentalidad cambia y los sueños se vuelven un poquito más reales. El trabajo de elegir el set es constante prueba y error, es tocar una lista, y ver que nos sucede, analizar qué es lo que le puede llegar a suceder al público y seguir probando hasta llegar a un punto donde creemos que estamos en lo correcto. Disfrutamos muchísimo el armado de shows, selección de canciones y listas, y luego empezar a hacer funcionar el mecanismo del pasaje entre tema y tema, buscando dinámica, siempre intentamos que ver un show nuestro sea como contemplar algo hermoso por unos cuantos segundos hasta que esto termina y queda en tu memoria, dure 30 minutos o una hora.
¿Que se puede adelantar de lo nuevo? ¿Hay título de disco? ¿Cuáles son los puntos que esperan mejorar con un nuevo material?
En la tapa hay un hombrecito que parece perdido entre tantas variables. La música lo cuenta.
Lo nuevo son reflexiones sobre nosotros mismos, es salir de estos estados de coma de conciencia y empezar a enfrentar la vida. El disco esta titulado »COMA» y es musicalmente ecléctico, como lo es el proceso de la vida que estamos queriendo contar. Avanzamos muchísimo desde lo musical gracias al apoyo de nuestro maestro y productor Jorge Chikiar, y toda la predisposición que le pusimos a querer superar nuestro primer material. La producción fue larga pero cumplimos muchísimos objetivos. Las letras fueron el mayor desafío de este disco, ya que todo giraba en torno a una idea, entonces todo tenía que tener un mínimo de coherencia conceptual y sonoro. Creo que lo logramos. El único punto que intentamos mejorar con cada nuevo disco, es encontrarnos dentro de lo que amamos y nos gusta hacer, un lugar donde otro pueda sentirse identificado y lo invite a acompañarnos en este viaje.