El power-trío platense, que supo posicionarse entre lo más llamativo del underground a fines de los años 90 (al punto de llamar la atención del mismísimo Gustavo Cerati) había regresado a la actividad oficialmente durante la cuarentena que atravesamos durante 2020 estrenando nuevo material y presentándose vía streaming.
Con la mencionada premisa es que llegamos a La Tangente, y con bastante expectativa por cierto. Luego de acomodarnos con un par de gin-tonics en boca,ya estamos listos para que empiece el espectáculo, y así llegan ellos al escenario entre aplausos y vitoreos.
“Buenas noches” nos dice Sergio Pángaro mientras termina de ubicar el micrófono en su lugar. Buenos looks manejan también, y cada uno parece sacado de una película diferente.
Buen arranque además, con Carhué Cuarenta (Heathcliff, It’s me) que ya nos presenta a la guitarra de Fabio Rey con un feeling thepolicesco, y a Rudie Martinez detrás de su consola dándolo todo en un bailoteo que ya empezó muy arriba.
El segundo tema de la noche es Agua Helada y parece sacado de un film de Bond…sólo que más oscuro, con un agente secreto que podría ser aún más irreverente que los originales y un poco trash.
Sergio sigue en mood maestro de ceremonias, conversándonos entre canción y canción. Hablamos sobre tragedias soviéticas sintetizadas en un vodka nacional para dar paso a Nikov, que suena desde su más reciente disco Aspic. La guitarra de Fabio ahora es la más surfera en lo que va de la noche.
En esta seguidilla de temas nuevos llega Simone, que ya de fábrica trae un mood pop ochentoso muy amigable estilo Duran Duran. En esta versión en vivo, se mixea de la mano de Rudie durante unos minutos con la base y coros de I Feel Love de Donna Summer. Gracias por esto.
Por momentos parece que hay 3 músicos haciendo 3 shows, y no se explicar por qué pero funciona. Funciona muy bien y se amalgama en algo que, sin dudas, es superior a las individualidades.
Luego de un recorrido por otros temas viejos y nuevos como Fórmica, Espuma de rabia, y El Elegante nos vamos acercando al final del repertorio con un Sergio activado en modo bolero 132%.
Entre los últimos suena Combustión, con ciertos aires de mística oscuridad. Para terminar de consolidar el rito lo vemos a Fabio llevándose la guitarra en alto hacia la boca, mientras continúa su solo al mejor estilo Hendrix.
Termina el show con unos bises que realmente son bises (pues repiten hits del setlist), y hoy nos vamos con el ganador. Nos llevamos con nosotros el repertorio de esta inusual banda que amalgama una fusión de electro-twist-rock-bolero que no sabíamos que necesitábamos (al menos yo).
Hasta la próxima SMV y por 20 años más.
Salud!