Pasaron tres años y medio desde aquel anuncio que nos confirmaba el regreso de Los Caballeros, con su formación original, a los escenarios. Habíamos sido varios los que llegamos tarde a sus canciones luego de la separación, y necesitábamos esta revancha con ellos, a pesar de los años transcurridos, punto que ellos nos recuerdan constantemente.
Noviembre de 2020, esa jodita de junio 2017 hoy los llevó a preparar un concierto por streaming o un especial para televisión como lo definen algunos/as por ahí. La apuesta fue por un poco más allá porque había un concepto que subyacía por sobre la invitación y el anuncio. El lugar elegido era el Café Tortoni, uno de los cafés notables de la ciudad de Buenos Aires, y cuna de grandes momentos de nuestra cultura.
Noble, Guerra, Cavo, Castillo y Méndez prepararon un concierto electroacústico, diferente, con versiones cuidadas y desempolvando temas muy poco tocados. Obvio que hubo clásicos, pero quien nos quita la alegría del momento cuando Pablito se encargó de entonar las estrofas de «Mal», esa canción escondida de «Sangrando».
«Patri» fue el primer golpe al mentón pasadas las 22hs, luego fueron todos golpazos emotivos, de esas veces que abrís los brazos y cantas al cielo, pero esta vez te toca hacerlo al techo de tu casa y con volumen bajo porque sino el vecino/a se te queja.
Mira si no fue especial la noche del Tortoni, que se animaron hasta a hacer «Milwaukee», dentro de la lista de las 22 canciones que sonaron. Noble decía en la intro: «Eramos atrevidos y hacíamos cosas inexplicables». Esta composición que simula ser un guión cinematográfico, siempre fue muy festejada en los conciertos con público.
«Yendo de la cama al living» se coló entre el set list para ofrecerle un homenaje a Charly. Una versión ajena y hacía mucho que no veíamos a Caballeros hacer un cover para la ocasión. Otro motivo para celebrar en la noche del sábado.
Las anécdotas fueron pasando entre tema y tema, y hubo una muy especial del Festival de Madres de Plaza de Mayo de 1997, el cual fue registrado en un disco y tuvo la participación de las bandas más importantes del rock de aquel entonces. De ese momento de la banda, nace la canción «Madres», acaso una de las joyas de la discografía de Caballeros, y la que cierra el disco bisagra llamado «La paciencia de la araña», si el de «Oxidado» y «Avanti Morocha».
El final venía con una catarata de clásicos, y acaso haya sido lo más similar a un concierto eléctrico de los últimos tiempos. La pasaron muy bien de un lado y del otro de la pantalla. El reencuentro será pronto, mano a mano, mientras tanto sigamos «Todos atrás y Dios de 9».
