Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado: Con los puños y las canciones en alto

Mucho se habla, a veces en exceso, de la previa de los conciertos de artistas como Indio Solari, este concepto fue internalizado de la misma manera por su banda, aquella que decidió desandar un camino con su respaldo a partir del 30 del 11 de 2019. Una mala situación los motivó para no dejar de hacer eso que tanto les gusta.

El concepto de este encuentro tenía el título «Desde los satélites», un significado que tenía que ver con lo virtual, idea en boga desde hace mucho tiempo en el mundo Indio a partir de su imposibilidad de subirse a un escenario y de que la organización de un concierto en cualquier lugar del planeta se torna una tarea cuasi imposible para él y su producción.

Desde temprano ,uno podía ingresar a la plataforma y vivir el documental que repasaba la vida de Solari como solista, con sus testimonios y la de los integrantes de Los Fundamentalistas. Un repaso histórico de una calidad altísima con material de la época, y con la posibilidad de que los fans conozcan toda la interna de la banda. Esto continúa el camino de apertura que ha hecho Solari desde la edición de su libro.

Momentos intensos de emoción como los primeros conciertos en La Plata, anécdotas de Mendoza, en un show épico, y la tristeza de la tragedia familiar de Pablo Sbraraglia y todo lo malo que se decía luego de la noche del 8 de marzo del 2017 en Olavarría. Una banda que mostraba gratitud enorme hacía su líder y un Indio totalmente humano en varios momentos de este raconto temporal.

Con una cuenta regresiva de cinco minutos que nos daba tiempo para ir al baño y a tomar algo entre momento y momento, comenzaba el concierto que desandó 36 canciones, entre las cuales tuvimos composiciones de todos los discos de Solari, sumados a la discográfica redonda (con perlas) y dos temas solistas de Sbaraglia y Comotto. en los cuales había participado Indio en su momento.

Me llegaron mensajes de amigos que preguntaban: «¿Siempre suena así esta banda?«, la respuesta era: «Sí, lo que pasa que entre 100 mil personas es difícil distinguirlo». Una ejecución de un nivel excelso con una puesta visual y artística que no nos dejó con ganas de nada. Fueron tres horas de estar atentos y atentas a lo que nos mostraba la pantalla.

Cada fundamentalista tuvo su momento, su espacio, tal como habían reflejado y conceptualizado en los conciertos del mes de marzo. Sin embargo, se notó una soltura superior para aquellos que no están tan habituados a cantar (de esto quizás haya que sacar a Dixon y a Luciana). Sería tedioso repasar canción por canción, porque fueron muchísimas y de todos los estilos posibles que podamos imaginar. Para remarcar, acaso se podría decir que, a modo personal, los temas de «El Perfume de la Tempestad» toman otra vida en el vivo.

El párrafo aparte es para Solari, quien se sigue jugando y dándole el apoyo a este proyecto de la manera que puede en este momento de su vida. La primera aparición en «Yo, Caníbal» pone los pelos de punta a todo ser vivo que haya disfrutado de la música de Redondos. Lo demás es yapa y como bonus track, las apariciones en las canciones de la última placa, la que nunca pudo ser presentada en vivo.

La vida da tantas sorpresas y es tan incierta, que era utópico pensar e imaginar la apertura que tiene la vida artística y privada del Indio a esta altura de su vida. Acaso esa muerte de la que tanto habla en sus discos, y que viene a buscarla vestido de negro según «La moda no es vanguardia», nos brindó la posibilidad de adentrarnos en un mundo fascinante para un o una fan.

La calidad artística y de producción del mundo Fundamentalista es altísima, son músicos de destacada trayectoria y aprovecharon esta posibilidad de excelente manera para dejar el nombre de Solari bien parado y no convertirlo en un homenaje itinerante. Esperaremos la nueva función con la misma ansiedad de siempre, la que vivimos desde la primera vez que escuchamos a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

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