Con el anuncio realizado por EB Producciones del lanzamiento de la plataforma de conciertos en estadios, en un primer momento será en el Luna Park (el teaser te lo dejamos acá), damos paso de manera formal a una nueva era en consumo de shows en vivo. El título de la columna marca que el desafío es de todos, porque esto se encara con todas las patas de las mesas bien firmes.
En primer lugar, el artista que es el que debe preparar conciertos de una manera diferente, sin el calor del público cerca. Esto significará más o menos presión según la personalidad de cada uno y tendrá la vara muy alta en la producción de algo diferente, que atraiga y que saque a la persona de una serie o de una película. Mirar una pantalla nos da menos variantes que movernos en un lugar y verlo de distintos ángulos, y darnos cuenta si suena fuerte la guitarra o los teclados.
El productor que debe ser más fino a la hora de producir un espectáculo, la venta de entradas de un streaming mantiene la incertidumbre hasta el momento previo del comienzo. Al principio serán austeros para caer con red luego de un parate que dejará a varios fuera de ruedo, de a poco se irán soltando y sabrán cuales son las bandas y artistas que tienen un formato que se adapta a esta nueva normalidad. Seguramente descrubrimeros algún tapado o alguna tapada.
Esta entrevista con el CEO de Ticket Hoy brinda un panorama de lo que se viene y de cuales son las variables que manejará esta nueva unidad de negocio que se abre. La incertidumbre es altísima, pero también lo es cuando se trae artistas por primera vez al país o cuando se apuesta a un gran estadio con una banda en ascenso, o como le pasó a Palito con Sinatra allá por 1979.
Llegamos a la parte en que tenemos que interpelarnos como público, la pregunta inicial es: ¿cuantos shows pagaríamos por ver desde nuestra casa? y cuáles serían esos artistas por los que haríamos ese esfuerzo?. La primera respuesta no supera la cantidad de los dedos de una mano. Total, sabemos que alguno lo graba y lo sube enseguida.
A partir de una charla con Inti Raymi en al aire de Radio a la Calle, tomamos este concepto y resaltamos las sugerencias de ACMMA con respecto a los conciertos informales por streaming en redes sociales, algo usual en este período de aislamiento pero que en su mayoría perjudica los intereses del artista.
En esa extensa charla, el tema del desprecio de la sociedad por el artista y su laburo salió a la luz y trajo de la mano todas las preguntas que planteábamos en los párrafos anteriores: ¿Por qué pagar por algo que puedo tener gratis en un par de horas?. Este es un aspecto sobre el que se debe trabajar muchísimo de manera estratégica para generar interés, y justificar que esa será la manera de ver a los artistas que uno idolatra.
A todo este combo, hay que sumarle la pata de Sadaic que vendría a ser un ente regulador que tiene que incentivar a que los streaming crezcan y sean redituables para todos. Sin embargo, allá por mediados de mayo luego del Quilmes Rock aparecían noticias poco felices por un nuevo impuesto que hería de muerte a la industria. El comunicado era triste y confuso, unos días después las aclaraciones siguieron alzando voces en contra.
Dentro de toda esta ensalada de variables, aparecían ideas como las de Nahuel Briones, un artista de la nueva camada, que resultan un poco más sensatas con el contexto actual y el que se viene de aquí en adelante. El post tiene como título: «Medidas que podría tomar Sadaic».
Las fichas se están acomodando y mientras tanto todos buscan su lugar, lo positivo que tiene todo esto es que la música es una industria creativa que seguramente tendrá salidas viables para una situación como la que vivimos. La curva de aprendizaje será durísima, pero debemos saber que no hay que deslindar responsabilidades porque «el desafío es de todas las partes».
