No hay nada permanente excepto el cambio. La frase se le atribuye a Heraclito de Éfeso hace mas de 2000 años, pero no pierde actualidad. Todo cambia constantemente, y nosotros estamos ahí, adaptándonos a cada cambio.
Las bandas de rock no pueden quedar afuera de esto. Todo el tiempo vemos miembros que se van, formaciones que se reforman, agrupaciones que se separan y siguen sus rumbos para luego arrepentirse y volverse a juntar.
Pero, ¿qué pasa cuando a una banda se le va una de sus caras visibles? Cuando el que se va es la voz, la sensación es rara. La pregunta es, ¿cómo se sigue?
Cuatro pesos de propina, se lo debe haber preguntado también a comienzos de 2017. Pero, imagino yo, viendo la energía que emanan en sus presentaciones, la respuesta debe haber llegado a los 5 minutos. Dar vuelta la página rápido y seguir con todo. El sábado 27 tuvo lugar la presentación de “La llama”, el más reciente (y recomendable) disco de la banda montevideana, en Palermo Club.
Luego de que Falsa Cubana calentara el ambiente, llegó el turno de los Cuatro pesos, que tranquilos van acomodándose al escenario para arrancar con toda la potencia y fuerza que los caracteriza. Tema tras tema fueron regalándonos clásicos de la banda mechados con tomas de su nuevo disco, destacándose la bailable “Umpa” y la amistosa “Miguel”. Palermo Club vibró y bailó con cada toque de los Cuatro pesos, que se la pasaban corriendo de un lado para el otro y arengando constantemente.
El cambio de de forma revitalizó a una banda llena de vida, le dio un empujón más a una banda que empuja siempre para adelante. Cuatro pesos de propina confirmó el sábado que siguen ahí, con la llama más encendida que nunca.