Debido al histórico apagón eléctrico que afectó a todo el país, el show de Los Caligaris fue reprogramado para el domingo 7 de julio, y realmente valió la pena la larga espera.
Mucho público se hizo presente en el Teatro Opera de La Plata para presenciar una verdadera fiesta. Gente de todas las edades llegó al recinto con globos, narices rojas y pelucas para darle color y calor a la noche.
El espectáculo comenzó bien arriba con “Todos Locos”. Uno de los himnos que tiene la banda. Le siguió “Camello” con suelta de globos incluida como para darle un mayor marco de fiesta a la noche.
El show transcurrió siempre con ese toque circense que los caracteriza y con un ida y vuelta constante con la gente, algo muy destacable en estos tiempos. Cuando sonó otro de sus clásicos “Nadie es Perfecto”, apareció en escena una muñeca que, atada a los pies de su compañero de baile, animó a todos a seguir danzando. Luego sonaron “No estás”, “El Oasis”, “Vereda” y “Cada Vez”.
Felicidad y alegría van de la mano en una extraordinaria comunión con su público lo que hace que el show sea una constante fiesta y que siempre siga vigente en ellos y su gente, el Espíritu Payaso.
Entre minitramp, mini triciclos, malabares, espuma, mucho cotillón y saltos mortales la fiesta siguió a todo ritmo. Promediando el show se escucharon “Quereme Así”, “Mejilla Izquierda”, “Aunque No Quiero”, y “La Montaña”.
Cuando sonó “Queda en esta noche” el público acompañó saltando y cuarteteando por lo que el lugar se convirtió en una gran pista de baile.
“Mi Estanciera y Yo”, y “Razón” fueron el preámbulo para el clásico de los clásicos Caligaris, llegó el turno de “Asado y Fernet”. El coro sonó cual estadio de fútbol retumbando en el lugar pero eso no fue todo, acto seguido tocaron “Kilómetros”, ahí la gente revoleó sobre sus cabezas buzos, camperas, remeras y todo lo que tenía a su alcance y el marco que se vio y se vivió fue sencillamente hermoso. Se sumaron las palmas arriba del público y el “parararararaaaa…” hizo explotar El Teatro.
Bajando decibeles ( es una forma de decir), y con mesa y sillas sobre el escenario, presentaron “Añejo W”. En esos detalles está también el tipo de espectáculo que dan estos geniales cordobeses en cada una de sus presentaciones.
Para el final eligieron “Frijoles” y el pegadizo y lindo “Que Corran”. Como no podía ser de otra manera, el show terminó con la gente cantando, bailando y disfrutando de una gran presentación.
Sin dudas Los Caligaris brindan un espectáculo muy particular con una gran puesta en escena, mezcla de circo y música, canto y baile. Felicidad y alegría van de la mano en una extraordinaria comunión con su público lo que hace que el show sea una constante fiesta y que siempre siga vigente en ellos y su gente, el Espíritu Payaso.
Ahora los esperan Mendoza y Córdoba para luego volver a la ciudad de Buenos Aires, nada más y nada menos que al mítico Estadio Obras el 12 de octubre para vivir “La Noche Más Feliz del Mundo”.