El viernes 6 de Julio la mítica banda liderada por Germán Daffunchio calentó el piso de Groove en un impecable show que tuvo como repaso sus más de 30 años de escenario.
Acercándose por avenida Santa Fe, una fría noche de julio, comenzaba a sentirse el calor y el aguante del público en la previa del show, quienes escuchaban desde sus parlantes, apurando alguna cerveza y en compañía, los clásicos infaltables del grupo. Ya adentro, sonaba la voz de Luca Prodan, precalentando con Divididos por la Felicidad, mientras que la gente se iba apurando para ingresar y llenar el boliche.
A telón descubierto, se van acomodando los músicos y Germán abre cantando “La Semilla”, para pasar de lleno con “Orugas”, legendario tema del álbum “Máscaras de Sal”, y pegadito, “¿Qué podes dar?”, haciendo que el público se agite en una masa de rock y afecto hacia la banda.
En su repaso discográfico se destacan temas como “Tormenta en Júpiter”, “Personalmente”, “Víctimas del cielo” y “Transparente”. La noche fue prosiguiendo sin mucho diálogos de por medio, pero lo que predominaba era el clima musical, potenciado por la presencia de Germán, la explosividad rockera de Gabriela Martínez en el bajo, mientras que Gustavo Jove en batería aportaba su sonido contundente, sumando las potentes guitarras de Tomás Sussman, quienes no paraban de pasearse y movilizar el escenario.
Luego de repasar grandes clásicos como “Que estés sonriendo”, “Si Supieras”, “Será” o la infaltable “Bombachitas rosas”, entra a escena Gabriel Dahbar en voz, un invitado estable, para sumarle aún más energía al show, colaborando con temas como “La mirada del amo”, “Nunca me des la espalda” y “Día feliz”.
De a poco iban entrando en la etapa final, y composiciones como “Sin Hilo” y “La clave del éxito” nos daban la pauta de eso, la banda comenzaba a despedir la noche. Mientras tanto, el público eufórico, seguía rugiendo por más a base de cantos y aplausos (además de varias críticas con tintes políticos). Al volver, Germán, cómplice de escuchar los cánticos del público, proclama “¡Estamos hasta las pelotas!” y comienzan a sonar emotivamente los acordes de “Esperando el milagro”, para luego pasar al tema final, mediante el sonar de la trompeta con “Capitán América”, que derivó en un enorme pogo que cerró la velada.
Con sus años de gira, su historia, y su pisada por los escenarios, Las Pelotas sigue demostrando gran calidad musical y profesionalismo, además de lo necesarias y actuales que siguen siendo sus canciones