A punto de llegar a nuestro país para instalarse en busca de nuevas experiencias y de una mayor visibilidad de su obra, Max Tejera nos presenta su primer disco «Lo que el tiempo nos dejó», el cual en diciembre ya tuvo su reedición algunos remixes de las canciones editadas en la primera mitad de 2018. En esta charla nos relata la vida de un artista independiente y del amor que puede sentir una persona por sus sueños y por una lucha que está llena de complicaciones, pero con muchas satisfacciones a la vuelta de la esquina.
«Lo que el tiempo nos dejó» es tu primer disco. ¿Cuáles eran los miedos que tenías antes de encararlo y cuáles fueron los mayores aprendizajes que te llevaste de este camino?
Tenía mi PC y un cuaderno con algunas letras. Y sobretodo, muchas ganas de hacer música. Fue un proceso largo desde que escribí la primera cancion en 2011, «No Te Lo Dijeron?». Hace unos días encontré la primera versión del instrumental, y no podía creer lo distinto que sonaba. El disco se llama así porque realmente es el resultado de años de creación e investigación, de buscar sonidos, de encontrar momentos. Es el resultado de muchísimas emociones y sentimientos, de encuentros y despedidas.
Un día del 2017, me desperté y vi una promoción en una tienda de instrumentos musicales, y fue ahí que sentí que era el momento. Compré una interface de audio, un controlador midi, un micrófono de condensador con su respectivo antipop, y me decidí por empezar a grabar. Grabé un montón de material pero el resultado no me convencía del todo, así que lo dejé en stand by. Pasaron unos cuantos meses y a principios del 2018 salí de viaje, mochileando. Cuando estaba en Chile me re-encontré con ese material y todo sucedió. En cuestión de semanas las canciones tomaron sus formas finales, y de un momento al otro nació el disco. Fue un proceso largo, y muy personal. Era yo en intimidad con mi música. Un proceso que disfruté desde el primer momento, pero que se encontró con muchas frustraciones en el camino. Sin embargo, no cambiaría nada. Me ayudó a perderle el miedo al tiempo y a la quietud, a entender que las cosas llevan un proceso, y que el resultado es el reflejo de ese proceso de fracasos y victorias. Aprendí que un montón de ideas pueden tomar forma, pero que lleva mucho trabajo. Pero sobretodo, aprendí a confiar en mi instinto y a permitirme ser.
La propuesta se cataloga como género Electropop. ¿Cuáles son tus referentes en esta música? ¿Qué tomas de cada uno de ellos?
Un dia allá por 2005 mi prima me regaló un CD que incluía ‘Don’ (de Miranda!). Tenía 11 años en ese momento. Siempre fui un poco distinto a mis amigos, ellos escuchaban ‘Gasolina’ (de Daddy Yankee) y yo escuchaba ‘Toxic’ (de Britney Spears). Cuando escuché esa canción en particular, sentí algo que nunca había sentido. Ganas de moverme y de saltar, ganas de cantar y bailar; era una sensación totalmente nueva. Enseguida insistí para que me compraran el disco ‘Sin Restricciones’ y cuando lo escuché completo por primera vez sentí que había encontrado un lugar que era mio. Desde entonces Miranda! empezó a formar parte de mi vida, y siempre fueron una inspiración. El sonido que ellos presentaron era un sonido distinto y atractivo, y siempre quise poder hacer algo inspirado en ellos.
Desde otro lugar, siempre fui fanático de Britney Spears y Madonna, y fue de ellas que se me contagió ese lado performático, de subirme al escenario e interpretar roles a partir de las canciones. De hecho, hay un momento en mi primer video, ‘Amor Demente’, que está inspirado en Britney. Dani Umpi es otra de mis mayores inspiraciones, no solo desde un lado artístico, sino también desde un lado humanitario: es una persona que realmente tira amor para todos lados y siempre le está dando una mano a quién la necesita.
¿Cuáles son los principales objetivos en el corto plazo con este material? ¿Sos una persona exigente con tu carrera o dejas que todo fluya?
Las cosas fluyen si uno las pone en movimiento. Y no es fácil. Como artista independiente, uno tiene mucho trabajo por hacer. Escribís tus canciones, grabas las voces e instrumentos, las mezclas. Luego tenes que hacer el arte del disco, sacar fotos, diseñar flyers y el contenido para las redes sociales. Tenes que escribir mails, buscar eventos, entrar en convocatorias. Y las cosas aún así no caen del cielo. Uno realmente se tiene que mover si quiere conseguir algo.
Soy exigente porque sé que nada es fácil, porque sé que es necesario trabajar duro, y porque sé que tengo algo para dar. Todo el tiempo estoy haciendo algo. Si no es haciendo versiones nuevas para los shows en vivo, es mandando mails a radios o portales, o buscando formas de acercarme a la gente. Es un trabajo pesado y muy agotador, pero vale la pena cada instante y minuto dedicado. No hay nada como subirte a un escenario y ver la gente bailar al ritmo de tus canciones.
Sos una persona que participa activamente en causas como la lucha por los derechos de la comunidad Trans. ¿Que opinión te merece el momento de la misma? ¿Qué sentís que podes aportar desde tus acciones?
Hay que hacer ruido, sobretodo por los sectores de la población que están mas discriminados y apartados. Si bien mis canciones en este disco no tienen un mensaje político, mi manera de apoyar es estar presente, y usar mi voz por las personas que no pueden ser oídas. En Uruguay, como en todo el mundo, las personas trans son discriminadas, atacadas y perseguidas desde muy temprana edad; un muy pequeño porcentaje logra terminar su educación básica, y realmente una muy pequeña cantidad logra tener acceso al ámbito laboral y contar con sus derechos básicos como ser humano. El problema es que al ser una minoría, son difíciles de hacerse ver y respetar. Y ahí es donde entramos nosotros. Como artistas tenemos un poquito más de visibilidad, y hay que utilizarla para hacer ruido y concientizar.
Hay que hacer rudio para que los gobernantes entiendan que no hay ninguna vida que importe mas que otra, que todas y todos merecemos respeto y vivir con dignidad. Es un trabajo largo, comienza desde la educación en casa, continúa en el colegio, y sigue durante toda la vida. Pero cuantas más personas podamos enfocarnos en concientizar, el proceso va a fluir mejor. En Uruguay conseguimos la aprobación de la Ley Integral para Personas Trans en 2018 gracias al esfuerzo de colectivos, organizaciones, artistas, y muchas personas más que por amor y por empatía nos unimos en una misma causa. Acá es donde pertenezco.
¿Cuáles son los próximos pasos en materia de conciertos para este 2019?
2019 va a ser un año de transición. Estoy planeando mi mudanza para Buenos Aires en los próximos meses, y eso va a ser un desafío grande. Sin embargo, tengo un show importante confirmado para Marzo en Montevideo (Uruguay), el cual todavía no ha sido oficialmente anunciado. Llevo un tiempo trabajando para este show, y todavía me queda mucho trabajo por hacer. Será un show que incluirá material audiovisual, con artistas invitados en escena, y donde el público conocerá una nueva parte de mi. Mi idea es poder llevar este show a Argentina, donde pienso instalarme muy pronto.
También estoy preparando un formato más íntimo para presentar en lugares más pequeños, el cual es un desafío para mi poder crear un show que se libere de tanta producción pero que a su vez siga teniendo un atractivo que lo diferencie del resto. Además, hace un mes estrenamos con Valenart (artista visual del action paint, uruguaya también) un show donde fusionamos la pintura en vivo con mi música, y fue genial. Lo estaremos presentando en Marzo también en Montevideo. Hay varios proyectos encaminados, y estoy ansioso por saber qué pasará en Buenos Aires. Estoy seguro que se viene un año cargado de música.