Domingo en la noche en Buenos Aires, todos expectantes, fuimos al Teatro Flores para ver después de muchos años a la banda más famosa de Black Metal noruego. Logramos ver a los teloneros MATAN S.A. antes del show de Dimmu Borgir, que al principio tuvieron algunos problemas de sonido, pero que como siempre lo dieron todo, nos brindaron un par de canciones y lograron dar una apertura genial para el recital que se venía.
Muy puntuales, a eso de las 21 horas se abrió el telón del escenario, en el fondo se podía ver una majestuosa tela con la imagen en grande del nuevo disco Eonian, acompañado de luces tenues azules que nos indicaron que estaba por comenzar el tan esperado recital de Dimmu Borgir.
Iniciaron el show con The Unveiling e Interdimensional Summit, ambas del nuevo álbum, y de inmediato se prendió todo el recinto; terminamos de enloquecer todos cuando se escuchó la intro de la increíble The Chosen Legacy.
Así comenzamos a notar, poco a poco, a cada uno de los integrantes, vestidos casi todos como con una especie de túnica demoníaca proveniente de algún basurero recóndito del infierno, vimos a Shagrath impresionante como siempre que nos hizo sentir como sus discípulos dando cátedra de cómo ser un vocalista de black metal; Galder haciendo magia con su hermosa guitarra ESP LTD Shadow, al compás de sus grandes ojos, miradas intimidantes y riffs oscuros. Silenoz muy introvertido pero imponiéndose ante todos musicalmente como siempre y a la formación nueva de la banda: Daray y Gerlioz que también dieron un gran show.
Continuaron con la increíble The Serpentine Offering, luego con Gateways, I Am Sovereign, Council of Wolves and Snakes, Archaic Correspondence y Puritania. Para el final dejaron: Indoctrination, Progenies of the Great Apocalypse y cerraron con el que,para mi, es uno de los mejores temas de la banda y de la historia del black metal: Mourning Palace.
Fue un show corto, tocaron una hora y 10 minutos que nos dejó a la mayoría con ganas de más. Debemos decir que a pesar de haber sido un show sólido y con una puesta escena genial, se siente la ausencia de Vortex tanto en la parte creativa como en ejecución en vivo de la banda. A pesar de esto, fue un hermoso y oscuro reencuentro, tanto musical como emocional, con ellos, con el amor por la banda y el amor por el metal, que es infinito.