Paulinho Moska en La Trastienda: Íntimo e interactivo

Paulinho Moska | La Trastienda Samsung | 03/10/2018

Unas palabras en portugués nos introducen suavemente al mundo de Paulinho Moska. Estamos todos sentados en La Trastienda y se escucha una grabación de alguien que nos habla mientras las luces iluminan el escenario y entra la banda.

Una transición lenta hacia ese espacio brasilero que tanto vínculo y tanta conexión tiene con Argentina. Después de todo, somos todos parte de Latinoamérica y es este rasgo, el de la unión y los puentes que se establecen entre ambas culturas, el que no cesa de subrayarse y honrarse en este recital.

Vestido de negro, un poco trash, rodeado de una banda joven y llena de energía. La misma energía que tiene él, que en el escenario se mueve con la alegría que lo caracterizó siempre. En la batería, Larisa Comforti, mujer fuego, tiene colgando un cartel de Fora temer. La cuestión política se abordará varias veces durante la velada.

Abre el recital con el primer tema de su último disco “Beleza e medo”. “Qui beleza, a beleza” es la canción en cuestión. La belleza y el miedo muchas veces son dos sentimientos que van de la mano, y es esta contradicción la que se despliega, con canciones dulces, suaves y amorosas, pero también de protesta. Nos habla de la situación de su país, de su relación con Fito y del disco que hicieron juntos. Le dedica un tema, se emociona, nos señala a su tía, a su padre y a su mujer que vinieron con él desde Brasil a acompañarlo. Kevin Johansen es invitado al escenario para cantar “Pensando em voce” y el recital va deslizándose en un clima íntimo, familiar, de absoluta complicidad. Y es eso lo que logra Paulinho, una absoluta confianza y unión con el espectador. Como en el living de tu casa, pero ao vivo, desde Brasil, un cantautor sensible que todo lo puede.

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