Deftones en el Luna Park
En un invierno que se asoma entre las calles Corrientes y Alem, un microcentro muerto de frío deja apenas asomar alguna remera bajo varias capas de ropa que luchan contra el viento y la noche del primero de junio, viernes por fín y ni las latas casuales previas de recitales nos dejan entrar en calor, una publicidad del recital nos muestra a Deftones, la leyenda(?) del metal alternativo de los noventa encapuchados caminando entre la nieve y pensamos: ¿será esta una noche fría de música y nada más?.
Atravesando las puertas del Luna Park, escuchamos a Quicksand, banda hermana de los defs y que suenan con un post-hardcore ala Helmet, suenan sólido pero todo sigue helado, los ojos expectantes de un recinto casi lleno quieren a Moreno y compañía, era la quinta visita de los californianos a Buenos Aires, con nuevo disco y sin ganas de morir.
Sonaron las 21:30 en punto, cuando entre telares verticales aparece la ecléctica banda, una mezcla salvaje de talento metalero y alternativo, hoy, después de años de carrera es injusto llamarlos solo el referente del nü-metal, Deftones son primera división del metal actual y “Headup” el himno de 1997 con que nos recibe este fuego encerrado de fin de semana.
Los problemas de sonido se pierden entre los gritos, la euforia, los saltos y el pogo, la guitarra de Stephen Carpenter es un golpe en la cara de alta temperatura, con ventiladores al frente, su cabello baila al golpe de la bestia que es Abe Cunningham en la batería, ambos pueden levantar a los muertos y derretir los pies congelados del recinto.
“Be Quiet and Drive”, “My Own Summer” y “Around the Fur” son el universo del segundo disco que cierra y demuestra el origen de una banda viva y anárquica, son clásicos destructivos de una época de rebeldía, cuando no aceptábamos un no como respuesta, matábamos para no conformarnos y esta noche, como Chino Moreno, nosotros también gritamos, es desesperación gutural colectiva, porque veinte años después, seguimos vivos y seguimos inconformes, de los padres, de la sociedad y de los políticos.
Una madurada “Swerve City” de Koi No Yokan muestra la otra faceta de la banda, con un Sergio Vega siempre a tono y un Moreno que lleva la fiesta como buen anfitrión, un sonido que mejora con cada canción, rapea, grita, canta e incluso baila, Luna Park se olvida del frío de afuera y enciende la noche cuando suena “Digital Bath” y “Knife Prty” de aquel glorioso tercer disco White Pony, tal vez el mejor de la carrera de los de Sacramento.
El frontman toma la guitarra para acompañar en ocasiones, y aunque no pierde la fuerza, provoca al público escucharlo con más calma, son estos momentos donde apreciamos lo bien cohesionada que está la banda, Frank Delgado en los turntables se suma y se deja escuchar siempre, no nos queda duda porque Deftones sigue creando con tantos años encima, hay una madurez y sensibilidad creativa detrás de cada tema, “Hole in the Earth” es un temazo de cuatro minutos que dejó de ser metal, para ser una especie de balada progresiva alternativa, Moreno es melodía sobre la estridencia de Carpenter.
Top Moment of the Night: la fantasmagórica “Change (in the house of flies)”, aquel éxito que los catapulto y los afianzó como uno de los grandes, todo el recinto cantó y se desgarró con el tema, Moreno dió las gracias por tanta pasión.
Complaciendo a todo el mundo, la seguidilla de “Diamond Eyes”, “You’ve Seen the Butcher” y “Rocket Skates”, Nü-Metal duro y de gritos salvajes, el fuego que se siente en el Luna puede calentar a toda una ciudad, la violencia de estos temas es el mejor antídoto contra una semana de mierda.
Luego de un pequeño descanso regresa “Minerva”, esperada por muchos y cantada por todos para despedirse sorpresivamente con el salvajismo de Adrenaline, “Nosebleed” y “7 Words”, GEMAS de 1995, el sentimiento in crescendo de una agresividad justificada y necesaria hace que TODO el recinto salte hasta desplazar las placas tectónicas bajo el Luna Park, un Deftones que no sonó un solo tema de su más reciente producción parece hacer un statement del metal, reafirmar la posición de vamos a hacer lo que queremos cuando queramos y aún así, seguimos siendo los dueños de esto. We exist to cease, understand.