La Trastienda es un espacio codiciado en Capital, por eso varias bandas dejando de lado los dividendos económicos, apuestan por realizar conciertos de gran escala ahí. Simón Basta, con casi una década de vida y tres discos editados, va convirtiendo ese lugar como propio. El primer domingo de diciembre fue el elegido para despedir un año «lleno de vida» para ellos.
La interacción entre público y músicos es uno de los caballitos de batalla de los shows de Simón, esto los hace ganar en emotividad, el público se siente reflejado con sus canciones, y las internaliza cada vez que las canta. Con respecto a los invitados, gente de Pampa Yakuza y de Brancaleone se sumaron a una velada que les da un panorama claro de donde están parados con respecto al nuevo año que comienza.
El final fue con abrazos sentidos, y que reflejaban una banda que había dejado todo sobre el escenario, con mucho esfuerzo y autogestión pura. No es fácil armar de shows de esta índole con las herramientas con las que cuentan las bandas under de nuestra escena. Simón Basta! lo logró una vez más, y seguramente 2017 brotará de festejo con nuevas canciones y una década de vida musical.