La Familia de Ukeleles || La Tangente ||19.01.18
Desde afuera del Centro Cultural La Tangente se alcanza a escuchar la voz de la encargada de la boletería que explica que no hay más tickets, en simples palabras, entradas agotadas. Con esta excelente noticia, La Familia de Ukeleles se preparó y brindó un show el pasado viernes 19 de enero, el primero del año, el segundo en La Tangente.
A las 22.05hs entran a escenario 7 músicos de diferentes alturas y accesorios, todos con el propio estilo de la banda, ese que te recuerda a la década de los 50s. Dan inicio a su show donde escucharemos canciones que oscilan entre el castellano y el inglés, recorriendo diferentes décadas y estilos pero siempre con al menos el sonido de un ukelele presente.
Con un repertorio de temas enmarcados en sus discos de estudio “La Familia de Ukeleles” y “El Gran Rubí”, ejecutan más de una docena de ellos, atravesando por “Eres fea”, “Flores secas”, “Caracoles”, “Lullaby” entre otros. No performan solo lo que se extrae de estas placas, sino que también deciden elegir esta noche de viernes para interpretar una nueva composición, que todavía no tiene nombre y que tampoco es claro cual es su género, pero al escucharlo uno se traslada a las calles de México y visualiza a un grupo de mariachis modernos que la tocan a puro volumen.
Aunque la mente se traslade a México, en la Argentina “La Familia” se aleja y diferencia de los mariachis no eligiendo la guitarra clásica para sus interpretaciones, desplazándola por otros instrumentos de cuerdas: ukeleles; banjo; violín y contrabajo, acompañados por percusión, trompeta, autoharp y la clara presencia de la voz de Melisa Muñiz que da ese toque particular por sobre los clásicos tonos de los muchachos Matias L. Martinelli, Luciano Pellegrini, y Adrián Capresi. (¿muy chocante la comparación?)
Con sonidos nítidos y vívidos que nos trasladan desde las playas de arena blanca de las tierras donde nació el ukelele a los bailes de los clubes de barrio de la década de los 60s, “La Familia de Ukeleles” nos invitó a vivir una velada bajo las miles de luces de La Tangente, hablándonos de amores felices y corazones rotos, canciones de cuna y viajes para cosechar, siempre con «La Familia».