Fin de año en La Tangente

Viva Marte & Ragazzas | La Tangente | 29.12.2017

La ciudad apenas respira del calor, se acaba el año entre el sudor y turistas con poca ropa caminan por Palermo, es viernes y los acompaña alguna cerveza o trago que pronto desaparecerá, los transeúntes se esconden en el primer bar que se atraviesa, cazando refills o un poco de aire acondicionado, nosotros, entramos a La Tangente, en la misma búsqueda pero diferente, sumamos algún recital, es temprano y la noche es bastante joven.

Debemos decir que este recinto es excelente, buen sonido, iluminación de lujo, gran espacio y tarima solida, curiosos se suman a la espera mientras piden algo para refrescarse en la barra, nos sentamos en primera fila minutos antes de iniciar el recital, el menú: los renovados Viva Marte y los clásicos locales de Ragazzas.

Viva Marte, arranca la noche, banda de rock clásico pero potente con cinco años sobre los hombros, con influencias de Soda y The Cure suenan con “Dispuesto a Creer” y “Última Oportunidad” con una onda under que sorprende, incluso en los lentos como “Cáscara” y “No es un amor” donde juegan con el lo-fi atmosférico, con una voz a punto del frontman Ariel Korkes, sus letras íntimas y estilo maduro, es el tipo de banda que necesita el movimiento local.

“Ya estoy en la luz, que viene desde el más allá” canta Ariell entre gritos en “Oscuro” tema de su placa “Mix Vol.1” y regala un panorama de quien es Viva Marte, es rock poderoso, a veces bluesero y esotérico, el tipo de música que necesitas en los auriculares para días introspectivos.

Mientras se hacen las 10:00pm y renovamos el trago, se montan en escenario los pop-punketos de Avellaneda, Ragazzas, banda intensa que hemos disfrutado desde hace años. En su mejor momento y con dos discos y un par de EP’s siempre emocionan en sus shows, es una mezcla de climas en la medida justa, con las buenas noches, agradecen a Viva Marte por la invitación.

Arrancan su set con “Guerrera Cósmica” de su más reciente placa “Amor o Muerte” intro instrumental de cinco minutos que muestra la esencia de la banda, es fiesta encendida de luces multicolores, que juegan con el rojo amarillento del recinto, “Polvo de Oro” y “La Soledad de las Rosas” continua el baile, la voz de Joel Fiorire es excelente, tiene esa desesperación que quieres acompañar entre melodías y líneas de bajo adictivas. Las letras de Ragazzas son sencillas, y otorga ese regalo que es identificarse con una canción, elemento que se ha perdido de la escena local.

Suena “2020” del primer disco, tal vez el tema más conocido de una banda que tiene años pateando la calle, que muestra su faceta más madura y un sonido trabajado, en momentos nos preguntamos como es posible que esta banda no llene estadios completos, excelentes guitarras, un batero salvaje y unas teclas siempre en punto; “Test de Cooper” es un pop-electro alternativo para hacer fiesta y “Llevame a dormir” con sonido retro-rock puede ser el tema de una sitcom de los ochenta, esa canción que bailaste y no lo recuerdas pero tarareabas sin parar.

Para despedirse, una de las bandas locales MÁS MADURAS musicalmente hablando, culmina con su “Baguala a la Desesperación”, himno dramático en charango y retumbada de bombo de batería, un “la cama es cada vez más grande” se siente en esas calles calurosas cuando el tema explota en crescendo junto a Ragazzas, cierre perfecto para el 2017, el año ya fue.

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