Louta || Teatro Xirgú || 08.12.17
El personaje de Louta ha generado un aura de intriga entre aquellos que lo escucharon nombrar pero que no tuvieron aún el placer de participar de su show (y uso la palabra «participar» porque realmente hay que implicarse en lo que sucede).
La intriga se resuelve muy rápidamente una vez que uno entra al escenario. Hay una abuela tejiendo en un sillón mientras todos nos preguntamos dónde está él. Más allá de la decoración minimalista y con tintes sesentosos (un sillón, una planta, un cuadro) el centro de la escena es él. Histriónico, expresivo, usa su cuerpo como lenguaje y lo logra muy bien. Tiene algo en sus expresiones que resulta magnético y uno no puede dejar de mirarlo.
Entra al escenario como un campeón de box, elevando los brazos hacia el cielo y conectando inmediatamente con el público. Louta escolta a la abuela hasta camerinos y el show comienza. Todo lo que hace es poderoso, cuando baila, cuando canta, cuando juega con letras simples y concisas que relatan sensaciones misteriosas y también muy de todos. Empieza con «Ponetelo bien», sigue con «Cuadradito de prensado» en donde varia gente del público despliega sus paraguas negros mientras él recita su rap. Continúa con «Somos tan intensos» acompañado por una bola disco. Luego, con una bandera con nubes, canta la balada de amor moderno «Alto Uach», con su reformulación abreviada del apocope «wacho» y la afirmación de «Yo te quiero con estilo».
Bajan varios carteles con su figura, aparece un cuerpo de bailarines numeroso vestidos con la misma onda sesentosa bailando con energía de descarga. Canta metido dentro de una enorme burbuja con flores y papelitos mientras se desplaza entre el público. Escuchamos una batería pero nuestro oído se desconcierta al no saber de dónde proviene el sonido. Vemos una plataforma que avanza entre el público transportando a un baterista. Suena «One more time» de fondo. Después, hace una versión soft del «Meneaito», otra de «Papi Chulo».
Los estímulos son tantos y tan variados que uno no sabe ya qué más esperar. Pero la realidad es que más allá de los accesorios que acompañan el show, todo lo sostiene él con su cuerpo, él es el centro de la escena. Y es quien nos introduce en una experiencia que sin ninguna duda, rompe con el concepto clásico de lo que es un recital. Bienvenidos entonces a Louta, que viene a sacudir la escena de la música imponiendo su sello y guiándonos por una experiencia diferente en donde nos sentimos parte del show.